domingo, 7 de febrero de 2010

Crónica del Concierto de Carlos Núñez

Magia y ritmo célticos acuden de la mano de Carlos Núñez al Festival de Lorient

El solo acariciaba el tenue horizonte del Parc de Moustoiur. Los destellos del astro rey daban paso a otro astro que también brilla con luz propia, Carlos Núñez. Más de 10.000 almas esperan a que se repita la magia de hace un año. No quedarán defraudados.

La gente espera impaciente, de repente un foco sobre un hombre, sobre una gaita, sobre una música, una cultura. Las luces mezclaban todos los colores del arcoíris y creaban la sensación de la grandiosa y espectacular aurora boreal que desde siempre ha embaucado a la humanidad.

Tras finalizar la primera melodía, el músico dedicó unas palabras en irlandés a todas las personas congregadas en el Festival Intercéltico de Lorient, el punto de encuentro para todas las regiones celtas. Hasta aquí llegan personas procedentes de diversos puntos de la historia céltica como Eire (Irlanda), Alba (Escocia), Breizh (Bretaña), Cymru (Gales), Mannin (Isla de Man), Kernow (Cornualles), Australia, Galiza (Galicia) y Austiras (Asturies).

Después de este encuentro con el público, Carlos Núñez comenzó a interpretar Os amores libres con la cual los asistentes al ritmo del mismo compás de palmas se sumergieron en un hechizo en el que por un momento el pasado y el presente celta se aunaron en un sólo mundo de historias mitológicas. El músico comenzó a dar vueltas frenéticas guiadas por la melodía de esta canción que terminó con un solo de flautas traveseras irlandesas. Sin dejar de respirar ni él ni el público el espectáculo continuó con el Pozo de Arán, Amanecer o para Vigo me voy.

Tema tras tema Carlos Núñez demuestra por qué es el máximo exponente de la música celta, y lo que es mejor, saber hacer llegar al público lo que lleva dentro a través de su música. Combinando viejos y nuevos temas el músico lleva de la mano al un público entregado, no hay letra, pero hay sentimiento.

Para el final quedaron Cantigueiras, Andro o Amanecer. El colofón del concierto guardaba una gran sorpresa, los asistentes inquietos vieron como la banda irlandesa The Chieftains, subían al escenario para encandilar con su bella música utilizando como principal protagonista el bordan.

Un espectáculo lleno de emociones, un mano a mano entre la música irlandesa más tradicional y la evolución del significado de la misma en pleno siglo XXI. Musica de ayer en el mundo de hoy.


Photobucket

Carlos Núñez interpretando en un momento de la actuación.

Photobucket

Público entregado en el Festival Intercéltico de Lorient

Photobucket

Carlos Núñez en un solo de flauta travesera irlandesa

Photobucket

La banda irlandesa The Chieftains tras finalizar su actuación


Photobucket

No hay comentarios:

Publicar un comentario